lunes, 2 de abril de 2012

Los PIAS vencen y convencen

En 2011, el capital de los Planes Individuales de Ahorro Sistemático creció un 24,5%; en planes de pensiones se redujo un 2,8%. De los PIAS seducen su liquidez y garantías


Si miráramos la crisis como una competición entre planes de pensiones y seguros de ahorro, el resultado está claro: planes: cero; seguros, uno. Ante la desgana de numerosos ahorradores por invertir en productos a largo plazo sin liquidez, los seguros de ahorro están haciendo valer sus ventajas. El líder de este equipo tiene un nombre concreto: el PIAS
(Planes Individuales de Ahorro Sistemático).

La rigidez e iliquidez de los planes choca con la flexibilidad y liquidez de estos productos que están registrando muy buenos resultados en los últimos años. Sólo en 2011, el volumen de dinero gestionado en PIAS creció un 24,5%, hasta superar los 2.596 millones de euros. Los planes de pensiones del sistema individual, sin embargo, redujeron su patrimonio un 2,8% el pasado año, hasta los 51.089 millones de euros.

Echando un vistazo más atrás, la historia deja patente que los PIAS han llegado para quedarse y hacer sombra a los planes. Estos productos comenzaron a comercializarse en 2007, al amparo de la reforma fiscal que entró en vigor en ese ejercicio y que les dio vida. Desde entonces han captado los citados 2.596 millones de euros, precisamente una cantidad muy similar a la que han perdido los planes de pensiones. Estos últimos gestionaban 54.219 millones de euros en 2007. A cierre de 2011, su patrimonio se ha reducido en 3.130 millones de euros, lo que supone un retroceso del 5,77%.

Trío de virtudes


Un trío de virtudes (liquidez, garantías y fiscalidad) es el culpable del imparable ascenso de los PIAS. Luis Sáez de Jáuregui, director de vida, ahorro, pensiones y servicios financieros de AXA, asegura que una de las características más valoradas de los PIAS es su liquidez. Este producto puede rescatarse en cualquier momento, de forma parcial y total. Por lo general, las aseguradoras solicitan una comisión por reembolso. Pero incluso para fomentar esta ventaja, algunas entidades (como Liberty Seguros) permiten ya recuperar el capital sin cobrar comisiones por ello. El Liberty PIAS Flexible, por ejemplo, da la opción de rescatar el capital sin penalización pasado un año de su contratación.

Las garantías que ofrecen los PIAS son otra de sus bondades más valoradas. La gran mayoría de estos productos garantizan la recuperación del capital invertido más un interés mínimo. El Allianz PIAS, de Allianz, el PIAS Ahorro Pensión, de Mapfre, o el PIAS de Caser son buenos exponentes de esta característica. Estos productos se comercializan con un interés técnico fijo de en torno al 2% anual.

Los PIAS conservadores son los más numerosos. Pero la flexibilidad del producto hace posible localizar ofertas con un poco más de riesgo. En los últimos años, se han extendido los seguros que invierten en renta variable o fondos de inversión, lo que ha ampliado el abanico de opciones de los particulares. PIAS Ahorro Link, de Mapfre, no garantiza el capital invertido y, además su rentabilidad estará en función del comportamiento de varios fondos de inversión comercializados por la aseguradora. El producto de Liberty Seguros, por su parte, se puede suscribir bajo la modalidad de rentabilidad garantizada o referenciada a una cesta de fondos de inversión.

Privilegios fiscales


La fiscalidad de los PIAS es otro factor que justifica su fuerte crecimiento. Desde Mapfre Familiar apuntan que estos productos interesan, sobre todo, a personas que deseen rescatar su ahorro en forma de renta vitalicia. Esto es así ya que «las ganancias están exentas de tributación, siempre que se haya mantenido la inversión durante un plazo de, al menos, diez años y se rescate en forma de renta vitalicia», comenta María Jesús Carrasco, directora de bancaseguros de Aviva España. Por su parte, la renta periódica obtenida tributa en el IRPF como una pensión vitalicia inmediata, con lo que también disfruta de significativas reducciones fiscales, en función de la edad del cliente en el momento de contratar dicha pensión. Por ejemplo, los mayores de 70 años tributan sólo por el 8% de las ganancias obtenidas. Los mayores que cuenten entre 66 y 69 años de edad, tributarán por el 20%... «La ventaja fiscal de los PIAS se acentúa en el momento actual, en el que los rendimientos de capital han sido muy penalizados ya que pueden alcanzar el 27% de tributación, cuando hace apenas cinco años, antes de la crisis, tributaban al 15%», concluye.

Además, como ocurre con los fondos de inversión y los planes de pensiones, el ahorro en un PIAS puede traspasarse a otro PIAS libremente, sin que la entidad pueda aplicar penalizaciones y sin que la operación tenga consecuencias tributarias.

En estos Planes Individuales de Ahorro Sistemático se puede invertir hasta 8.000 euros anuales y 240.000 euros en toda la vida del producto.

Fuente: finanzas.com

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